Un libro nos hace viajar, nos permite descubrir y nos da la oportunidad de sumergirnos en historias fascinantes que pueden marcarnos para siempre. Debemos ser capaces de trasmitir este mensaje a los más pequeños para que entiendan lo enriquecedora y emocionante que puede ser la lectura.

 

Gracias a ella, los niños comienzan a desarrollar nuevo vocabulario, aumenta su atención y fomenta un pensamiento crítico y analítico. Leer con ellos en casa desde que son pequeños contribuye a que desarrollen una motivación por la lectura desde la infancia. De esta manera, aprenderán de primera mano lo divertido que es leer y más cuando comparten ese tiempo con vosotros; sus padres. Tienen que ver por sí mismos que la lectura no es una tarea más que tienen que hacer obligatoriamente, pues esto sería contraproducente.

 

También debemos considerar que si a nuestro hijo no le gusta leer puede deberse a que le resulte complicado y, por tanto, precise de mayor ayuda, o que simplemente le parezca aburrido, pues quizás no haya encontrado el libro adecuado que despierte su interés. En base a estas premisas, es importante destacar que dar ejemplo es un aspecto esencial, como ya hemos puesto de manifiesto en otras publicaciones de nuestro blog. Lo que nuestros hijos vean en casa y en su entorno más cercano es lo que luego reproducirán cuando estén solos.

 

Aquí os mostramos 7 sencillos consejos para fomentar hábitos de lectura haciendo que sea divertido para ellos.

 

Sirve de ejemplo.

 

Como ya hemos mencionado, eres su modelo a seguir. Si quieres que se interesen por la lectura debes servir de ejemplo. Si te ven leyendo un libro, el periódico o una revista de forma habitual, les transmites que dedicar tiempo a la lectura es importante. Organiza tu tiempo para que vean que eres capaz de aparcar otras obligaciones para centrarte en tu libro y anímalo a que comparta ese tiempo contigo mientras leéis juntos.

 

Permite que lean lo que les guste, siempre dentro de un control.

 

Invítalos a que conozcan distintos géneros literarios. Los más pequeños disfrutarán leyendo cuentos, ya sean tradicionales o interactivos con los que puedan jugar. Los cómics también pueden ser una buena opción para iniciar a los niños algo más mayores en la lectura. Permite que sean ellos los que averigüen qué les gusta y qué no les gusta. De esa manera, conseguiremos despertar su interés mientras leen lo que verdaderamente les apetece leer.

 

Visita con ellos bibliotecas y librerías.

 

De nuevo volvemos a la importancia de dar ejemplo. Visitar bibliotecas y librerías con ellos es muy positivo, leer será natural para ellos desde bien pequeños y conforme vayan creciendo, si hemos mantenido este hábito, serán ellos los que os pidan ir a buscar ese nuevo libro que acaba de salir y tienen ganas de leer.

 

Participa en talleres de lectura y escritura infantiles.

 

También es una buena opción para disfrutar de los fines de semana. Busca talleres para su edad en los que organicen distintas actividades encaminadas a promover la lectura y la creación literaria. Puede tratarse de encuentros con autores, cuentacuentos, recitales o cualquier otro tipo de exposiciones literarias dedicadas específicamente a la lectura.

 

Habla con ellos sobre el libro que están leyendo.

 

Forma parte de su lectura. Pregúntales de qué trata la historia que están leyendo, involúcrate e interésate de lo que les gusta. Comparte tiempo con ellos y haz que relacionen ese tiempo con la lectura.

 

 

Ten un espacio en casa que invite a la lectura.

 

Una grandísima idea es la de crear un pequeño espacio en casa dedicado a leer. Ya sea en el salón, en una habitación o en cualquier otro lugar, disponer de un rincón de lectura que permita relajarse en un ambiente tranquilo mientras leemos puede resultar muy positivo, tanto para pequeños como para mayores.

 

Leed juntos cada noche.

 

Si son más mayores podéis pasar un tiempo leyendo juntos por las noches y, si son pequeños, una excelente forma de inculcarles la importancia de leer es hacerlo junto a ellos compartiendo cuentos e historias. Esto creará un vínculo entre vosotros que pasará a convertirse en una saludable rutina que compartir entre padres e hijos.

 

Al final nuestro objetivo es el de abrir ese “apetito lector” en los más pequeños “contagiándoles” la pasión por los libros, una pasión que para existir, primero tienen que ver en sus referentes adultos.